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miércoles, 30 de marzo de 2011

Cambiar con el movimiento consciente

Cambiar con el movimiento:
Extraído del libro: Movimiento consciente. De Anat Baniel (Ed Urano)

Prestar atención a nuestros movimientos. Para qué sirve? Qué beneficio nos trae?

El movimiento por si solo, sin prestarle atención, no le aporta información nueva al cerebro. Por el contrario, tiende a estancarnos, a aburrirnos, a vivir amargados, con la sensación de que en nuestra vida nunca pasa nada, perdemos fuerza, vitalidad y flexibilidad física y mental, nos volvemos rígidos, porque nos estancamos en patrones cerebrales existentes.

Pensamos que es porque nos estamos volviendo viejos, porque nuestra vida es aburrida, porque tenemos muchas obligaciones…

Pero en cuanto volvemos a tomar consciencia de nuestros movimientos, de cualquiera de ellos, algo cambia en nosotros, es como si nuestro cerebro se despertara de su eterno letargo, de los automatismos de siempre…y se empiezan a generar nuevas conexiones neuronales, nuevas posibilidades…nos volvemos más alegres, más creativos.

Al prestar atención…le permitimos al cerebro que encuentre la mejor forma de hacer tal o cuál movimiento…esto lo activa, le da una tarea nueva…el cerebro busca de esta forma hacer ese movimiento de la forma más simple y efectiva …en vez de hacerlo como lo hace siempre.

Al prestar atención a tus movimientos, brazos, piernas, torso, ojos, forma de respirar…todo cambia, el cansancio se transforma en vibración, curiosidad, interés…los hombros rígidos se sueltan, tu forma de respirar cambia, se liberan emociones reprimidas y sentís una mayor conexión con la vida, con la posibilidad de cambiar.

Ejemplo: en un seminario sobre “Vitalidad y Sexualidad” observé a David, un hombre atractivo, de unos 30 años, con buen estado físico, era profesor de fitness. Empecé a dirigir algunos ejercicios simples y él empezó a enfadarse. Lo hacía todo de prisa, con facilidad y con  movimientos automáticos. Comentó que estos ejercicios eran tan sencillos que sentía que estaba perdiendo el tiempo.

Le pedí que se concentrara en los movimientos, que los realice más despacio…como si fuese la primera vez que se mueve de esa forma…Noté como cambió su expresión, cuanto más interesado estaba en lo que hacía…luego se acercó a mi con una mirada de curiosidad y vitalidad al mismo tiempo y me dijo que quería tomar clases particulares conmigo.

Cuando vino a su clase le pregunté que es lo que buscaba conseguir y me explicó muy avergonzado lo que había sentido en el seminario, me explicó que, por primera vez en su vida, se había sentido bien consigo mismo y esto lo intrigó. 

Observó muchos sentimiento que nunca había experimentado, le gustó lo que sentía, le gustó sentir placer al moverse. Antes solo se preocupaba por crear masa muscular, por fortalecer su cuerpo o tener más fuerza…ahora sentía placer y además mejores resultados. 

Centrarse en el movimiento, en el ahora, era algo desconocido para él. Había vuelto a su casa con mucha energía y todo le resultaba fácil y agradable. Esa noche estaba distinto con su novia, tuvieron mejor diálogo, pasó más tiempo con ella, la pudo escuchar. Me contó que se había dado cuenta que vivía con el piloto automático, su vida estaba llena de obligaciones y estaba siempre con dolores, ahora sentía que podía elegir, que era libre.

Cuando llevamos es piloto automático durante muchos años, se crean hábitos en nuestra forma de pensar, de movernos, de sentir, nos sentimos menos vitales, con dolores, molestias, se nos bloquea la mente, la vida sexual también se va apagando, se forma un surco a nivel neuronal, nos volvemos predecibles y mediocres.

Tras repetir durante años los mismos movimientos, las mismas rutinas, los movimientos que se realizan se van restringiendo, dejan de evolucionar. Esto conduce inevitablemente a dolores articulares y musculares.

Cuando prestamos atención a nuestros movimientos-cuerpo, mente y emociones, el cerebro puede utilizar la nueva información que proporciona la atención conciente para transformar aquello para transformar aquello qe no nos gusta. Con la concentración , introducimos movimientos mejor organizados, desaparece el malestar, y experimentamos bienestar y vitalidad.

Conviene observarse, no?
Les recomiendo que lo lean, es muy interesante y trae ejercicios simples para realizar.


Lic Claudia M.Pennisi 
www.autoterapia.neositios.com

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