Porque no se terminan las injusticias? La agresión?
Porqué situaciones
como Cromañón, tráfico de mujeres, rapto de niños, accidentes, robos… se
repiten y repiten….? Qué se puede hacer
para resolverlo?
Antes quiero aclarar que no me opongo a que se hagan
juicios, a que los culpables vayan a la cárcel…a que las cosas se resuelvan
desde lo legal.
Simplemente voy a hablar desde un punto de vista energético
o espiritual, algo que podemos hacer todos para ayudar y sanar estas
situaciones.
Todas estas situaciones, tanto Cromañón, como el tráfico de
blancas, el rapto de niños, el caso de Marita Verón, el accidente ferroviario
del año pasado, los constantes robos y asaltos donde personas muy cercanas
mueren inexplicablemente…y las constantes situaciones de injusticia, de
corrupción, de mentiras, generan
impotencia y miedo, y las sentimos en carne propia, sentimos ese dolor como
propio aunque no conozcamos a nadie, porque todos estamos unidos, todos somos UNO.
Qué hacemos normalmente para resolverlo?
Sufrimos, nos enojamos, culpamos, buscamos hacer justicia,
hacer juicios, buscar pruebas, odiamos, deseamos el mal, queremos que esas
personas se den cuenta de lo que hicieron, que sufran, que paguen….
Estamos con ese dolor siempre presente. Los juicios hacen
que uno no pueda descansar, que siempre esté atento, que constantemente estemos
atados a la situación y a la persona que odiamos.
Todo esto desde un lugar nos sirve, nos tranquiliza, uno
siente que está haciendo algo, pero no resuelve el tema, y eso es lo que
produce que estas situaciones se repitan
y se repitan.
Los juicios, (y
por eso aclaré, que no me opongo a ellos), sin que nos demos cuenta, nos
conectan todo el tiempo con el trauma, con el dolor, con la pérdida, es como si
tuviésemos una herida que constantemente tocamos, y no permitimos que
cicatrice, que el cuerpo esté tranquilo y haga su trabajo de reconstrucción naturalmente,
tal como sabe hacerlo.
Y si lo que sentimos
es odio, sed de venganza, nos atamos al victimario de una forma tan
estrecha que dejamos de ser libres, dejamos de tener vida propia, empezamos a
estar dominados por energías poco evolucionadas que nos debilitan y nos
obsesionan.
El sentir miedo, el criticar la situación, hablar del tema constantemente, hace
que estas situaciones se revivan, se vuelvan a sentir como si estuvieran en el
presente, como algo que no se puede soltar…al concentrarnos en ello, también lo volvemos a crear, lo potenciamos,
le damos fuerza y eso ayuda a que vuelva a aparecer sin ninguna modificación…
Entonces qué podemos
hacer para terminar con estas situaciones?
Cuando algo se repite significa que no entendimos el
mensaje, que hay algo que necesitamos cambiar y no lo hacemos.
Lo que estamos haciendo no funciona, necesitamos algo
distinto, pero qué?
Voy a contar algo personal que a lo mejor sirve para
ejemplificar algo que sí funciona.
Hace unos años empecé a sentir mucha bronca hacia un primo mío,
supe que mentía, que engañaba a su mujer, que se hacía el pobre…tenía un hijo
que estaba sufriendo una enfermedad muy grave y él con la excusa de que no
tenía plata, no dejaba dinero, ni para los remedios que tenían que comprarle.
Yo no entendía por qué hacía ésto, como podía ser tan H DE P?,
me la pasaba pensando en él, para colmo, un montón de personas me llamaban a
casa para hablar de lo mismo y para contarme otras cosas peores, mucho peores!!
que también hacía mi primo perjudicando
a otras personas, ….no podía olvidarme del tema, iba a ver a su esposa y su hijo, los ayudábamos de
todas las formas que podíamos y más bronca me daba tanta injusticia, tanta
mentira…
No hacía más que hablar de mi primo, pensar en lo H de P que
era, preocuparme por su hijo y escuchar todas las cosas horribles que me decían
de él.
Me avergonzaba ser su prima, sentí que no tenía nada que ver
conmigo ni con nuestra familia, porqué actuaría así?, …con tanto egoísmo, con
tanta frialdad, con tanta maldad!!, como no va a ayudar a su hijo?...lo
juzgaba, no quería verlo ni hablar con él, no me interesaba….pero mucha gente,
amigos, vecinos, ex empleados seguían llamándome y contándome cosas en contra
de él, todo aumentaba mi horror, mi bronca hacia él y mi preocupación por su
familia.
En ese tiempo mi cabeza tenía pensamientos casi obsesivos
rumiando constantemente, cosa que nunca me había pasado, en general mi mente
estaba tranquila, comprendí lo que es tener una cabeza parlanchina
constantemente diciéndote cosas feas, y además tenía sentimientos de odio,
ganas de que le pase algo malo, que sufra, algo que le haga sentir en carne
propia algo de lo que él estaba haciendo a los demás con tanto desparpajo.
Pero llegó un día que no aguanté más, necesité hacer algo
para terminar con todo esto, ya no aguantaba la situación…no toleraba esos
pensamientos ni esas sensaciones tan horribles, jamás había sentido odio, ganas
de vengarme, asique decidí hacer algo que para mi sorpresa, cambió la situación
radicalmente.
Empecé por aceptar
las cosas como eran, no como quería que fueran, decidí conectarme con mi realidad
por más horrible que me pareciera.
Acepté que por más que no me guste, esa persona que estaba
haciendo tanto mal a tanta gente era mi primo, llevaba mi sangre, y debía
aceptarlo y amarlo así como es.
Hice una visualización, en la que me relajé, lo invoqué para
que estuviera delante mío, le dije que no lo entendía, que no compartía muchas
cosas que él hacía, pero que le pedí
perdón por juzgarlo, por criticarlo, por odiarlo, por rechazarlo, por
querer ignorarlo y negarlo como parte de mi familia, le dije que me daba vergüenza
pero que comprendía que él como cualquier otro ser en el universo seguramente
estaba haciendo lo mejor que podía, que seguramente había muchas razones para
que él actúe como lo estaba haciendo y que mi mente limitada no podía llegar a
darme cuenta….
Abrí mis brazos y le dije que a pesar de todo aceptaba que
era mi primo y que lo amaba, lo abracé llorando….y le pedí que se incorpore dentro mío porque él también estaba reflejando una parte mía, un
punto ciego mío que yo no quería aceptar como propio, yo también tenía partes egoístas,
partes frías, y partes malas, hasta había comprobado que podía odiar, que podía
desear el mal…
Tuve miedo al hacerlo, pensaba que quizás su maldad se iba a
apoderar de mí, o que se iban a generar conflictos dentro mío….pero de todos modos lo hice, confié en el poder del Amor, sabía que así como el odio ata, el
Amor libera…
Y se preguntarán qué pasó después de eso? Para qué sirvió?
En primer lugar me sentí maravillosa, más fuerte, más
segura, más pícara, más divertida…se había modificado mi parte “buenuda”, esto
de ser buenita y hacer todo por los demás, se transformó en una actitud más
equilibrada, en hacer lo que me corresponde y permitir que cada uno se haga
cargo de lo propio,…pude ser clara y poner límites con mucha naturalidad y
simpleza, ….pude sentirme más auténtica, más verdadera, comprobé que antes
también mentía diciendo que sí o haciendo cosas que en fondo no quería…ahora no
podía seguir haciéndolo….me sentí libre y feliz!!,
Dejé automáticamente de pensar en mi primo, dejé de juzgarlo
y de pensar en lo que tenía que hacer o dejar de hacer, acepté que él es así, …mi
cabeza volvió a calmarse, volví a cantar, a sonreír, seguía ayudando a mi primo
y su familia y fui muy feliz con su recuperación…..y lo más impactante nadie más me llamó para
hablarme de él!!
Hoy en día, y ya pasaron muchos años, no sé nada de él, pero
cuando lo recuerdo, sonrió y sé que las cosas están claras y limpias entre
nosotros, siento amor y paz.
Mi conclusión es que:
- nada pasa porque sí,
- no hay víctimas y victimarios,( hay acuerdos inconsciente
que uno hace antes de nacer)
- lo que pasa afuera siempre refleja algo que pasa adentro
nuestro
- si dejo de juzgar, dejo de estar separada y puedo
comprender y amar
- todas nuestras partes quieren ser amadas y aceptadas y si
no lo hacemos insisten e insisten, cada vez más intensamente hasta que las incorporamos
y aceptamos como propias
- si en vez de culpar acepto mi parte de responsabilidad, si
me ocupo de lo mío y perdono, y amo, trasciendo
el conflicto…
- cuando aprendo de la situación ya no necesito repetirla,
- cuando se produce la sanación es como si el conflicto se
disolviera, como si despareciera, como si nunca hubiese pasado nada, la paz
vuelve a incorporarse dentro de uno y la paz atrae solo paz, armonía, bienestar…nuestra
vida cambia, y cambia nuestra percepción, aumenta nuestra capacidad de disfrute
y nuestra capacidad de amar, nos sentimos más ricos, más fuerte y sobretodo
agradecidos!
Lic Claudia M.Pennisi
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